Policía santacruceño conquista la cima del Aconcagua
Se trata del el Cabo Primero Miguel Angel Gutiérrez, de la División Operaciones Rurales de Perito Moreno. Es el primer integrante de la fuerza en lograr dicha hazaña deportiva.
En una hazaña de coraje y determinación, el Cabo Primero Miguel Angel Gutiérrez, de la División Operaciones Rurales de Perito Moreno, se convirtió en el primer policía de Santa Cruz en alcanzar la cumbre del Aconcagua, la montaña más alta de América. Su proeza se dio en el marco de un curso de rescate en montaña, organizada por la Patrulla U.P.R.A.M. de la Policía de Mendoza, en colaboración con el Parque Provincial Aconcagua.
El valiente Suboficial emprendió su desafío desde Mendoza hasta Horcones, la entrada al Parque Provincial Aconcagua. Desde allí, caminó hasta Plaza de Mulas, a 4300 metros sobre el nivel del mar, superando el campamento Confluencia a 3400 metros. Sin embargo, la altitud le pasó factura, obligándolo a descansar antes de continuar. Una vez repuesto, ascendió el cerro El Bonete a 5100 metros para aclimatarse.
A pesar de las dificultades experimentadas debido a la altitud, Gutiérrez perseveró y ascendió al campamento Nido de Cóndor a 5560 metros. Aunque enfrentó nuevamente los efectos de la altura, esta vez logró aclimatarse y continuar con su preparación, ascendiendo al campamento Cólera a 6000 metros. Tras un merecido desccanso, el lunes a las 5:30 de la mañana. Después de casi ocho horas de ascenso, alcanzó la cima a las 13:40 horas, donde celebró su logro y capturó el momento con una fotografía.
Después de un merecido descanso en Plaza de Mulas, el Suboficial descendió por la Quebrada de Matienzo, recorriendo unos 25 kilómetros hasta llegar a la ruta, donde fue recibido por un guardaparque que lo llevó a Penitentes para descansar antes de regresar a Mendoza al día siguiente.
Gutiérrez, quien había completado cursos de montañismo y rescate en montaña el año anterior, fue invitado a participar en esta pasantía debido a su experiencia y habilidades en la materia. Su valentía y dedicación lo convierten en un ejemplo inspirador para sus compañeros y para la comunidad en general.