IndyCar: Canapino "resistió" en las calles de Detroit
Con el Dallara Chevrolet de Juncos Hollinger Racing, el arrecifeño superó una de las competencias más difíciles que afrontó en la serie americana, la cual tuvo una decena de neutralizaciones por incidentes durante las 100 vueltas disputadas.
Loable actuación llevó a cabo Agustín Canapino en el Gran Premio de Detroit, séptima ronda del campeonato americano de IndyCar, en donde consiguió completar las 100 vueltas de la complicada carrera que se llevó a cabo en el circuito callejero de 2.647 metros en la cual se generaron una decena de incidentes que motivaron neutralizaciones para asistir a los vehículos involucrados y en donde culminó en el 12º puesto.
El piloto arrecifeño quien corre con el Dallara Chevrolet de Juncos Hollinger Racing, consiguió terminar la prueba a pesar de un toque que tuvo de Theo Pourchare cuando promediaban los sesenta giros y si se produjo un impacto en la rueda delantera izquierda su auto pudo continuar sin complicaciones hasta la bandera de cuadros, y midiéndose con la mayoría de los rivales.
Una de las preocupaciones de la carrera fue el estado del tiempo y la garúa que hubo por algunos momentos que alteró las estrategias. En la pista, Canapino largó 17º y pudo sortear los incidentes que se produjeron desde el mismo momento de la largada, en donde progresó hasta el décimo puesto, hasta que hizo una temprana detención y cuando regresó a pista pudo escalar hasta la tercera posición cuando se cumplieron 37 giros; ante una nueva precipitación volvió a boxes para luego reingresar a la carrera décimo.
Tras una última detención en el giro 64, el argentino integró un pelotón que varió sus posiciones, con Santino Ferrucci, Pourchare, Christian Lungaard, quienes lo precedieron y Pietro Fittipaldi, y conformando una actuación nuevamente destacada en las calles de la "Capital Mundial del Automóvil", en donde el ganador resultó el neozelandés Scott Dixon (Chip Ganassi Racing), quien logró su 58º triunfo y fue escoltado por el sueco Marcus Ericsson (Andretti Global) y Marcus Armstrong, compañero y compatriota del ganador, dándole a Honda el "1-2-3".