Habló Matías Benicelli y apuntó contra Thomsen por el caso de Fernando Báez
Fue en una declaración que su abogado, Carlos Attis, le hizo llegar a la prensa a través de una carta abierta.
A una semana de las declaraciones de Máximo Thomsen respecto al asesinato de Fernando Báez Sosa, otro de los condenados a perpetua, Matías Benicelli, salió a hacer su descargo. Fue a través de una declaración difundida por su abogado, Carlos Attias.
En la misma, Benicelli niega ser parte del grupo que propinó la mortal golpiza a la salida del boliche Le Brique en Villa Gesell: "Nunca fui parte de un pelotón de fusilamiento que a patadas segó la vida de Fernando", expresó.
También deslizó que Thomsen lideraba al grupo que buscaba peleas para presumir de sus "hazañas" y que él nunca participó en buscar confrontaciones en Zárate: "Ni fui uno de los que salían a buscar peleas por Zárate con otros grupos para jactarme de esas supuestas hazañas", dijo en referencia a una respuesta de Thomsen en la entrevista brindada a Canal 13.
En su declaración, Benicelli expresó "un profundo pesar por la muerte de Fernando Báez Sosa", afirmando que no participó en el fatal ataque y pidiendo perdón en nombre de todos los involucrados en su desaparición. Reconoció el sufrimiento de los padres de la víctima y pidió que "la justicia divina imparta paz y perdón".
El abogado de Beniccelli, Carlos Attias, aclaró que la declaración no fue una carta escrita por su cliente, sino una serie de declaraciones reconstruidas por él mismo y enviadas al periodista Diego Estevez de A24, quien difundió la palabra del condenado.
Por otra parte, Attias minimizó el testimonio de Thomsen, argumentando que desde la posición de Benicelli, era imposible identificar a los agresores durante el crimen.
Benicelli, junto con Thomsen, fue uno de los cinco rugbiers condenados a perpetua por el crimen. Durante el juicio, se argumentó que tenía el "codominio del hecho", respaldado por pruebas que demostraron su contacto directo con la víctima.
La declaración de Benicelli cierra con un llamado a la erradicación de la violencia en todos los lugares donde los jóvenes se reúnen, instando a que el caso de Fernando Báez Sosa sirva como un recordatorio de los peligros de la violencia gratuita.
La declaración completa de Matías Benicelli:
Querido Diego. Te agradezco la posibilidad de decir los que no puedo, porque no tengo medios más que lo que escribo, para que sepas que siento más la muerte de Fernando que mi propia existencia. Y no hay palabras para decir el dolor que me causa su ausencia. Sin el consuelo de su presencia en este mundo, solo me queda la esperanza de que esté junto a Dios iluminándonos el camino.
Tengo una hermana mayor que es preciosa y un hermano menor de 17 años a quienes quiero y extraño cada día, una mamá amorosa y un padre que es mi ejemplo de trabajo, de esfuerzo y de dignidad de vida. Con ellos aprendí el valor de la familia, a creer en Dios y a sostener valores que hoy, más que nunca, me sostienen en la prisión en la que estoy.
Nunca fui parte de un pelotón de fusilamiento que a patadas segó la vida de Fernando. Ni fui uno de los que salían a buscar peleas por Zárate con otros grupos para jactarme de esas supuestas hazañas. Estuve en el lugar y momento equivocado. Porque fui de vacaciones a Villa Gesell con un grupo de 9 personas. Y las causas que no justifico y los actos de algunos que nunca terminé de entender, terminaron absurdamente con una vida de un adolescente de 20 años. La misma edad que yo tenía. Por eso entiendo a los jueces que me condenaron y sobre todo comprendo y justifico a los padres de Fernando. Porque ellos creen que todos los que estuvimos aquella noche fuimos sus asesinos.
Pedir perdón parece una hipocresía, cuando no sale directo desde el corazón. San Francisco decía, es preciso amar para ser amado, perdonar, para ser perdonado. Yo sé que no maté a Fernando, pero pido perdón de todo corazón en nombre de todos los que causaron su trágica desaparición.
Mi solidaridad y mi amor está con los padres de Fernando, como está también con mi familia.
Me resta la esperanza de que la misericordia de Dios, nos devuelva la paz e imparta una justicia donde los hombres no alcanzan. Y que la muerte de Fernando sea recordada como la de un mártir, que ofrendó todo cuanto tenía, su vida. para que la violencia sea erradicada para siempre de todos los lugares, públicos y privados donde se reúnen los jóvenes para festejar la vida y no para invocar la muerte.