García Cuerva habló de una patria "media muerta" y dijo que "el Santo no le pregunta a nadie a quién va a votar"
Una multitud partió desde el barrio porteño de Liniers en el marco de la celebración del día del patrono del pan, la salud y el trabajo. Participan La Cámpora, las dos CTA, organismos de derechos humanos y otros movimientos sociales
En la homilía de San Cayetano, monseñor Jorge García Cuerva pronunció un mensaje en el que hizo foco en la necesidad de no "pasar de largo frente a tantos heridos al borde del camino de la vida, frente a tantos rostros concretos, víctimas de la exclusión".
En su discurso, el referente eclesiástico enfatizó que es imprescindible actuar en solidaridad, promoviendo el bien común y asegurando que cada individuo pueda desarrollar plenamente sus capacidades.
En ese marco, García Cuerva también abordó la situación social crítica que enfrenta la Argentina, comparándola con la parábola del hombre asaltado y herido. El religioso habló de una patria "herida, despojada de casi todo, media muerta", haciendo referencia a los problemas de corrupción, narcotráfico y exclusión social que afectan al país. Citando al Papa Francisco, el Arzobispo criticó la indiferencia y el egoísmo que contribuyen a la perpetuación de estas injusticias.
Luego hizo un llamado a la solidaridad y al compromiso comunitario. Enfatizó que la solución a los problemas de la nación no reside únicamente en el gobierno, sino en la acción colectiva de sus ciudadanos. "No tenemos que esperar todo de los que nos gobiernan, eso sería infantil", afirmó, instando a los fieles a ser parte activa en la rehabilitación y auxilio del país.
En el tramo final de su discurso, Monseñor García Cuerva también se refirió a la grave situación que se vive en Venezuela con el fraude electoral de Nicolás Maduro.
"Que también nuestro bendito país sea una verdadera posada para todos, sin excluir a nadie. En este tiempo lo hemos demostrado acompañando bien de cerca a nuestros hermanos venezolanos, la comunidad inmigrante más numerosa en la Ciudad de Buenos Aires, a quienes hospedamos con el afecto, la cercanía y la oración", concluyó.
"El Santo no le pregunta a nadie a quién va a votar"
Antes de la homilía, e García Cuerva se pronunció sobre una nueva celebración de San Cayetano, y evitó polemizar sobre el tinte político que puede tomar el día, con la movilización de las organizaciones sociales contra el Gobierno nacional.
"San Cayetano, como la Virgen de Luján, son santos que están en las entrañas de nuestro pueblo y significa, por un lado, la de la gente. Y, por otro lado, bueno, concretamente es el patrono de la paz, del pan y del trabajo. Así que son muchos los que vienen a pedirle y son muchos los que vienen agradecerle. Y es muchísima la gente que viene todos los años, algunos desde hace treinta o cuarenta años, simplemente porque tienen fe, porque quieren cumplir alguna promesa o porque también quiere traer a sus hijos porque esta es una fe que se va transmitiendo de generación en generación", aseguró el religioso en diálogo con radio Mitre.
En ese sentido, sobre el Santo, agregó: "Fue un hombre que, en su época, se preocupó especialmente de vivir el Evangelio, en la solidaridad y el compromiso con los que menos tenían. De hecho, fundó una organización de banquitos populares, que la idea era poder generar un fondo, para poder ayudar a las familias a salir adelante. Buscaba frente a las crisis propias de su época, soluciones a las situaciones sociales. Yo lo digo con fuerzas, San Cayetano es el patrono de todos. Cuando uno viene a ver al Santo, el Santo no le pregunta nadie a quién va a votar".
Mientras que, sobre la presencia de movimientos sociales y piqueteros en las inmediaciones del santuario, sostuvo: "Yo estuve hoy en la bendición de los trabajadores de los movimientos sociales, que vengan a bendecir sus herramientas, ahora estoy confesando en el santuario y a las once tendré la misa principal. Después estaré bendiciendo a todas las filas de peregrinos que vino, hasta la tarde, y luego iré al santuario de Belgrano, donde también hay una gran fiesta".
"Tenemos que también nosotros, como curas, mostrar que estamos al lado de todos, porque el santo es el santo de todos. Claramente, algunos vienen con una necesidad más puntual de trabajo, otro vienen agradecer si otro vienen porque le tienen secas y que es una tradición el 7 de agosto venir a Liniers", conluyó..