En el último año el precio de los combustibles subió 156 puntos porcentuales más que el de los salarios
Con un salario promedio hoy se pueden comprar 508 litros menos de nafta que hace un año. Y a partir de mayo está prevista una nueva actualización del impuesto a los combustibles líquidos (ICL) que las petroleras trasladarán al surtidor
Llenar el tanque es cada vez más caro, pero no sólo por los aumentos de precios de los combustibles, sino también por el lento reacomodamiento de los salarios. En los últimos doce meses la nafta ha subido a un ritmo acelerado, mucho mayor que el de los sueldos, obligando a los compradores a gastar menos o a migrar a versiones más económicas.
Para entender mejor esta situación, sirve analizar lo ocurrido con ambas variables (salarios y combustibles) en el último año. Comenzando por los ingresos, los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) muestran que los ingresos de los trabajadores subieron, en promedio, 200,4% entre febrero de 2023 e igual mes de este año.
En ese mismo período, el litro de nafta súper en Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) pasó de $163,10 a $744, con lo que registró un incremento total del 356,16%, es decir 155,7 puntos porcentuales más que los salarios.
En el bolsillo
¿Cómo impacta esta diferencia en el bolsillo de los consumidores? Las diferencias son enormes y eso se traduce en una menor capacidad para comprar combustible. Si se toma como referencia la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (Ripte) se encuentra que en febrero de 2023 con un salario ($218.543,91) se podían comprar 1.340 litros de nafta súper. En febrero de este año, en cambio, un salario promedio ($619.007,05) alcanzó para comprar sólo 832 litros de ese producto, es decir 508 litros menos.
La misma cuenta se puede sacar teniendo en cuenta el costo de un tanque de combustible. Tomando como ejemplo un auto común, con un tanque de 50 litros, se encuentra que en febrero del año pasado cada tanque costaba $8.155 (con nafta súper) y en febrero de este año el valor total saltó a $37.200. Así, un salario de hace un año alcanzaba para llenar el tanque 26,7 veces y este año alcanza para sólo 16,6 tanques.
Aumento inminente
A partir del primero de mayo está prevista una nueva actualización del impuesto a los combustibles líquidos (ICL) que las petroleras -YPF, Shell, Axion y Puma Energy- trasladarán al surtidor. El aumento en los precios de la nafta y el gasoil será de al menos 8% en caso de que la suba del tributo contemple la inflación completa del cuatro trimestre de 2023, tal como estaba previsto originalmente, a lo que podría sumarse la devaluación mensual del 2% que aplica el Banco Central de la República Argentina (BCRA) y el camino a valores internacionales que emprendieron las empresas del sector.
Según pudo saber Infobae de fuentes oficiales que trabajan en el tema, el Gobierno no descarta que ese incremento del 8% se aplique en dos tramos divididos entre el mes que viene y junio para no sumar mayor presión al Índice de Precios al Consumidor (IPC) del Indec. Una vez resueltos los traslados pendientes del 2023 quedará en estudio la posibilidad de postergar nuevas subas del tributo, lo que dependerá de la evolución del indicador en abril y mayo.
En caso de que se concrete el aumento del 8%, la nafta súper pasará de los actuales $837 a unos $904 y la nafta premium pasará de $1.033 a $1.115. Por su parte, el gasoil común dejará de costar los actuales $883 para pasar a valer $953, mientras que el gasoil premium tendrá un incremento de $1.123 a 1.213, teniendo en cuenta los precios más baratos que se encuentran hoy en las bocas de expendio de CABA. Claro está, que cada estación maneja sus propios precios, dependiendo de la bandera y la ubicación, por lo que se pueden encontrar incontables configuraciones de precios a lo largo y ancho del país.
Fuente: Infobae