Tras las denuncias de acoso sexual, entre ellas la de la periodista de Río Gallegos Gisela Busaniche, Pedro Brieger pidió disculpas y aseguró que "sé que lastimé a mucha gente"
En un escueto mensaje, el periodista dijo que "hoy soy otra persona".
Luego de las denuncias de acoso sexual y la presentación que realizó el colectivo Periodistas Argentinas, donde estaba el testimonio de Gisela Busaniche, periodista de Río Gallegos que trabaja en Telefe Noticias, Radio Con Vos y Canal Encuentro, Pedro Brieger publicó un vídeo con un pedido de disculpas.
"Quiero decirles que escuché el mensaje de Periodistas Argentinas y rápidamente les hice saber mi deseo de hacer públicas las disculpas. Por eso, en primer lugar, quiero pedir perdón. Sé que lastimé a mucha gente. Pido disculpas a cada una de ellas por mis actitudes inapropiadas. Me hago cargo, me arrepiento y hago públicas mis disculpas", comenzó el periodista especializado en política internacional, en un mensaje difundido a través de sus redes sociales.
Además, el exdirector de la agencia de Noticias de América Latina y el Caribe (Nodal), de donde fue desvinculado el pasado 4 de julio tras la difusión de las denuncias, aseguró que hace un tiempo se sometió a un tratamiento teraupético "prolongado" para prevenir "conductas que no eran respetuosas".
"Hace muchos años hubo un quiebre en mi vida y dejé de tener conductas que no eran respetuosas. Gracias a un acompañamiento terapéutico prolongado lo pude superar y hoy soy otra persona. La que describen existió, pero hace mucho tiempo que no existe más. Por este motivo, quienes hoy trabajan conmigo en diversos ámbitos se asombraron al enterarse de actos impropios de mi parte en tiempos pasados", afirmó Brieger, quien se puso a disposición de Periodistas Argentinas para "intentar ayudar de la manera que lo consideren conveniente con el objetivo de que esta clase de actos no se produzcan más".
Por último, esbozó una reflexión sobre los pactos de silencio machistas: "Creo que mi testimonio puede servir para romper los pactos que existen entre hombres para tapar nuestras conductas, dentro y fuera del periodismo. Estoy dispuesto a colaborar para que así sea. Pido perdón a quienes ofendí y afecté", concluyó.
El informe de Periodistas Argentinas
El pasado martes 2 de julio, el colectivo Periodistas Argentinas presentó en el Senado de la Nación el informe La cultura del acoso: punto y aparte, con el testimonio de 19 mujeres que sufrieron diferentes situaciones de acoso por parte de Pedro Brieger.
En conferencia de prensa, diversas periodistas de distintos ámbitos explicaron que el objetivo del informe "no era el escrache", sino "la necesidad de terminar con la cultura del acoso, que este caso nos revela en toda su compleja dimensión".
La denuncia pública que se difundió este martes se "encarna en una persona" pero "también desnuda responsabilidades institucionales de medios públicos y privados, instituciones académicas públicas y privadas y todos y cada uno de los contextos y personas que silenciaron y naturalizaron estas violencias que son imposibles de soportar", advirtieron las periodistas.
El testimonio de Gisela Busaniche, periodista de Río Gallegos
Busaniche contó cómo fue el acoso. "Tenía 25 años y trabajaba en la TV Pública. Desde allí, me enviaron a Mar del Plata a cubrir la Cumbre del ALCA para darle asistencia periodística a él", empezó.
"Al inicio del viaje, en el colectivo, hablaba de lo contento que estaba de trabajar conmigo. Empezó a tocarme los muslos cada vez que podía, el cuello y la espalda, en la parte de la cintura. También tenía la costumbre de hablarme cerca, muy cerca, hasta que le sintiera su aliento. Yo me alejaba, pero él se acercaba de nuevo", describió.
"Desde el primer día se inventó que nos debíamos una cena y desde el comienzo del trabajo no paraba de decir de lo lindo que iba a ser cenar juntos. En ese momento usábamos handies, y por esa vía me decía cosas fuera de lugar y me insistía con cenar. También me pidió que fuera a su cuarto. No recuerdo qué excusas le puse para no ir", siguió.
La periodista santacruceña dijo que se había dado cuenta de que "no iba a parar". "Recuerdo la sensación de preguntarme ¿por qué hace esto? En un momento me animé a decirle: Basta. Ni se inmutó. Yo era como su presa. Por un lado, estaba cumpliendo mi sueño de ser periodista, y por el otro, estaba viviendo una pesadilla".
"Era tan insoportable que decidí pedir ayuda. Era medianoche y él seguía diciéndome cosas por handy. Lo puse en altavoz y le pedí a mi productora jefa que lo escuchara. Ella no lo podía creer. Le dije que, por favor, por más que al otro día teníamos notas importantes, me dejara irme de la cobertura, porque él no iba a parar. Ella habló con mi jefa directora. No recuerdo qué excusa le dimos, ni siquiera tengo claro por qué no dijimos la verdad. Me pagué yo misma el viaje de regreso y me fui. Tiempo después, cuando me lo cruzaba en el canal, lo evadía. Y él se hacía que no me conocía. Tuve miedo, vergüenza; quería olvidarlo, aunque nunca pude", cerró el crudo testimonio.
Con información de Página 12