Río Gallegos: el regreso de los pingüinos a Cabo Vírgenes, la segunda colonia más grande de Sudamérica
Cada año, miles de pingüinos magallánicos llegan a Cabo Vírgenes en septiembre, convirtiendo la reserva en un punto clave para la fauna y el turismo.
Cada año, con la llegada de septiembre, Cabo Vírgenes, ubicado a unos 133 kilómetros de Río Gallegos, se transforma en el hogar temporal de miles de pingüinos magallánicos.
Estos animales, que llegan desde las costas de Brasil, eligen esta área protegida para anidar y reproducirse, ofreciendo un espectáculo natural único que atrae tanto a turistas como a investigadores.
La Reserva Provincial Cabo Vírgenes, creada el 4 de julio de 1986, abarca más de 1.200 hectáreas y protege tanto la fauna como la flora local. Además, conserva parte del patrimonio histórico-cultural de Santa Cruz.
Entre sus ambientes se destacan la costa, la estepa arbustiva y el coironal. Es en la costa donde se encuentra la segunda colonia de pingüinos más grande de Sudamérica, sólo superada por la de Punta Tombo, que alberga aproximadamente 170.000 ejemplares.
Los primeros pingüinos comienzan a llegar en septiembre y octubre, iniciando su ciclo de reproducción, que incluye la puesta y cuidado de los huevos. Este ciclo se cierra en marzo y abril, cuando los pingüinos inician su migración hacia el norte.
En el lugar, los guardafaunas ofrecen charlas informativas y guían a los turistas por un sendero de 1.700 metros, donde pueden observar de cerca a los pingüinos en su hábitat natural. La entrega de folletería y las recomendaciones de los guías garantizan una experiencia educativa y respetuosa con la naturaleza.
Cabo Vírgenes no solo es un refugio para los pingüinos, sino también un importante destino turístico para la región. Con su biodiversidad, sigue consolidándose como un sitio clave para el turismo de naturaleza en Santa Cruz. (Diario Nuevo Día)