Los duros testimonios de los afiliados de Santa Cruz que sufren el recorte del vademécum de la CSS: "Mi hijo vende pan en la calle para pagar los medicamentos"
Este viernes, hubo un multitudinario reclamo en la Caja de Servicios Sociales por el ajuste en la lista de medicamentos. Pedían que el presidente Sergio Pérez Soruco "baje a dar la cara". "La gente no miente, no venimos al pedo a reclamar", dijo una afiliada.
El recorte sustancial e imprevisto en la lista de medicamentos que cubría la Caja de Servicios Sociales generó un profundo malestar en los afiliados y afiliadas, que desembocó este viernes en un multitudinario reclamo presencial en el edificio central, ubicado en el centro de Río Gallegos.
A la Caja de Servicios Sociales fueron a manifestarse sindicatos, jubilados, activos y familiares con dos consignas claves: que el presidente Sergio Pérez Soruco baje a dar explicaciones y retrotraiga la medida.
Los testimonios que recolectó el móvil de Nuevo Día grafican la desesperación de los afiliados, que sufrieron el recorte y que, en muchos casos, no pueden pagar el precio de los medicamentos.
"Es una vergüenza lo que pasa. No me cubre la medicación, ni la de mi hijo. Tengo problemas de tiroides, más el problema psiquiátrico que tiene mi hijo. Hace 16 años trabajo en la provincia. Nadie da una respuesta", empezó Celeste Nieva, trabajadora de la provincia y que pidió ser recibida toda la semana por Pérez Soruco en la presidencia.
"Me sacaron hasta la medicación de un niño de 7 años. Me tuve que venir acá a reclamar esto y nadie te recibe. Algunas medicaciones me salen hasta 80 mil pesos. Tengo un tratamiento hace tiempo y me dejaron de cubrir la medicación. Si pago todo, tengo que pagar 480 mil pesos. Estoy cansada de esto. El Ministerio de Salud me quiso retener el sueldo cuando yo tenía una licencia dispuesta por mi médica", relató Nieva.
Contó, además, que "mi hijo vende pan en la calle para pagar los medicamentos. Hay gente que tiene problemas muchos más grandes que los míos y les sacaron la medicación. Se meten con la salud de nuestros hijos".
Una vecina, que es afiliada a la Caja de Servicios Sociales, dijo que la situación "no va para más". "Estoy pagando 100 mil pesos por la obra social y a todos nos falta la medicación. La farmacia no tiene la culpa, sino este infeliz que está acá arriba (por el presidente Sergio Pérez Soruco). La gente no miente, no venimos al pedo a reclamar. Qué baje el presidente y de la cara", reclamó.
Inclusive, algunos afiliados les pedían a los vocales elector por los activos y los pasivos, Hugo Jerez y Beatriz Constantino, que presenten la renuncia "si no pueden cambiar nada".
Jerez, en dialogo con el móvil de Nuevo Día, aseguró estar "en contra de esta medida que afecta a todos los afiliados de la Caja de Servicios Sociales".
"Para nosotros hay que retrotraer esta medida. No fue la manera de hacerlo. Lo que era necesario era hacer una revisión seria, no se puede cortar el vademécum de un día para otro. No se puede jugar con la salud de gente. No se ha tomado con seriedad el financiamiento de la CSS, no se ha hecho en 30 años de kirchnerismo, ni se está haciendo ahora", dijo el vocal entre gritos en la mesa de entradas y salidas del organismo.
Un jubilado le expresó al móvil que él y su esposa sufren diabetes. "Todos los meses tenemos 12 medicaciones para los dos. Yo presenté todos los datos el 4 de abril en el reempadronamiento. Estoy sin esperanza ahora. El gobernador Claudio Vidal dijo que iba a cambiar todo y no lo ha hecho", aseguró.
Mientras se hacía la asamblea fuera de la Caja de Servicios Sociales, Jerez comunicó a los presentes que "el presidente quería que los afiliados elijan algún representante para subir", pero hubo una contundente negativa y reiteraron el pedido de que baje Pérez Soruco.
"Pedí hablar con el presidente. Lo hice con los señores vocales. El planteo es el siguiente: durante todo el mandato, los vocales han dicho que no los reciben y tampoco nos llamaron. El presidente no me quiso recibir y dijeron que está reunido con el Colegio Médico. Estamos cansados de que nos inviten a reuniones y asambleas ahora, cuando ya nos dieron de baja los remedios", dijo, enojada, una jubilada que subió a presidencia solicitando ser recibida y no tuvo la posibilidad de hablar con Pérez Soruco.