La fecha real de nacimiento de Juana Azurduy y su historia
El proceso de independencia de los países latinoamericanos del dominio español en el siglo XIX es reconocido por sus figuras prominentes masculinas, pero la participación y el heroísmo de las mujeres en esta gesta histórica han sido ignorados o minimizados por la historiografía tradicional.
* Por Lic. Katia Ruiz
Miles de mujeres desde el anonimato han desempeñado roles cruciales como enfermeras, lavanderas, soldados, espías, costureras, escritoras y otras tantas estando a cargo de las tertulias, donde se tomaban las grandes decisiones políticas.
En este sentido, Juana Azurduy (Asurdui) conocida como, "La Flor del Alto Perú", es una de las figuras que destacan no solo por su heroísmo y valor en el campo de batalla, sino que también simboliza el valor de las mujeres que lucharon por la independencia de América Latina.
Juana Azurduy, nació en enero de 1780 en Sucre, territorio que hoy corresponde a Bolivia. Sus padres, Matías Azurduy provenía de una familia española con privilegios, casado con Eulalia Bermúdez, de sangre mestiza. Desde joven, Juana mostró un espíritu rebelde y una determinación tenaz por la causa revolucionaria. Quedó huérfana a los 7 años, pasando al cuidado de sus tíos Petrona Azurduy y Francisco Díaz Valle, y posteriormente expulsada de un convento de monjas por su fuerte carácter. En 1805 se casó con un hacendado, Ascencio Padilla, con quien compartió una vida dedicada al ideal de la libertad y tuvo 5 hijos.
La pareja se unió tempranamente a las luchas independentistas en el Alto Perú, participando en varias batallas cruciales contra los realistas (españoles). Juana no solo combatió en la guerra codo a codo con su esposo, sino que también organizó el "Batallón de Leales", demostrando su capacidad de liderazgo y coraje en la defensa de la patria.
En la Batalla de Huaqui (1811), fue capturada junto a sus hijos y llevada como prisionera de guerra, una experiencia que repitió más adelante en La Laguna, donde, embarazada de su quinto hijo, enfrentó la brutalidad de la cárcel hasta ser rescatada por su esposo, quien luego perdió la vida. Tristemente también vio morir a sus cuatro hijos que enfermaron de malaria, pero por amor a la Patria y la libertad, continuó su lucha por las generaciones venideras.
En el año 1816, Manuel Belgrano en reconocimiento a su lucha le entregó su sable, luego del triunfo en el combate del Villar. Posteriormente, ante el nuevo escenario militar de abandonar la ruta altoperuana, Azurduy se unió al caudillo General Juan Martín de Güemes durante seis invasiones realistas, y tras la muerte de éste, Juana debió finalizar su carrera militar.
De regreso a Chuquisaca acompañada de su hija de once años, su primera tarea fue intentar recuperar las propiedades que había dejado antes de unirse a la lucha militar. Sin embargo, encontró que algunas habían sido confiscadas por el gobierno y otras se encontraban a nombre de su hermana, quien se ocupaba de administrar su hogar y cuidar de sus hijos. A pesar de sus esfuerzos por reclamar lo suyo, solo logró que el gobierno le devolviera una propiedad: la hacienda de Cullco. Tiempo después, tuvo que venderla por muy poco dinero, ya que enfrentaba dificultades económicas.
En este artículo, es importante mencionar que el historiador Norberto Benjamín Torres, ha desvelado importantes precisiones sobre la verdadera fecha de nacimiento de Juana Azurduy. Durante años, la conmemoración de su memoria se ha basado en una confusión biográfica, ya que se tomó como referencia la partida de bautismo de una homónima, Juana Azurduy Bermúdez, en lugar de la auténtica Juana.
Gracias a investigaciones exhaustivas en los archivos históricos, Norberto Torres ha recopilado y analizado meticulosamente las partidas de bautismo y matrimonio, así como documentos relacionados con sus familiares cercanos. Su trabajo culminó en el artículo titulado "Genealogía de Juana Azurduy de Padilla (1780-1862)", publicado en el Anuario de Estudios Bolivianos Archivísticos y Bibliográficos Núm. 25 (Sucre, 2018).
Según los registros, Juana Azurduy no nació el 07 de julio de 1780 como se nos ha hecho saber, ya que fue bautizada el 26 de marzo de 1780, lo que sugiere que nació probablemente en la última semana de enero de ese mismo año. Esta revelación desmitifica leyendas y establece una nueva perspectiva histórica sobre la vida de esta heroína.
El trabajo de Torres ha sido respaldado por destacados historiadores como Hugo Canedo y Fernando Suárez, quienes han corroborado las pruebas presentadas. Este hallazgo subraya la importancia de consultar fuentes primarias, como los archivos físicos del Archivo y Bibliotecas Nacionales de Bolivia y el Archivo y Biblioteca Arquidiocesanos de Sucre, donde Torres llevó a cabo su investigación.
Partida de Bautismo de Juana Azurduy (Asurdui): En esta Santa Iglesia de San Pedro de Tarabuco en veintiséis de Marzo de mil setecientos ochenta años. Yo, Pedro Davalos, Teniente de Cura constándome estar Bautizada puse óleo y Chrisma a Juana de dos meses, mestiza, hija legítima de Isidro Asurdui y de Juliana Llanos. Fue su Madrina Rosa Sarate a quien le advertí su obligación y parentesco Espiritual. Para que conste lo firmo. Pedro Davalos.
Este descubrimiento no solo rectifica errores históricos, sino que también contribuye a una comprensión más precisa y fiel de la vida y obra de Juana Azurduy de Padilla.
El 25 de mayo de 1862, Juana falleció en la más profunda pobreza, pero su legado perdura. En 2009, fue ascendida post-mortem a tenienta coronel del Ejército Argentino un homenaje tardío, pero significativo a su papel crucial en la gesta independentista.
Sobre Katia Ruiz
Lic. Katia Ruiz, nacida y criada en la ciudad de Río Gallegos, es una joven profesional con una vasta carrera académica. Es Licenciada en Relaciones Públicas (UAI), Técnica Superior en Ceremonial Empresario, Técnica en Organización de Eventos Empresariales y Espectáculos (CEO), Técnica Universitaria en Lenguaje Musical (UCA), Maestra de Ceremonias egresada del Instituto Argentino de Ceremonial Emb. Blanco Villalta, Diplomada en Logística Organizativa, imagen y ceremonial (CIDEC). Cuenta con un Posgrado en Comunicación Política e Institucional (UCA), Especialización en Comunicación política del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Diplomada en Comunicación de Crisis (CAEP), actualmente cursa la carrera de Taquigrafía y se encuentra finalizando su tesis de la Licenciatura en Ceremonial y protocolo.