La duda SUBE: beneficios y desventajas de ampliar las opciones de pago en el transporte público argentino
El Gobierno considera ampliar las opciones de pago para el transporte público, buscando poner fin al monopolio de la SUBE. Sin embargo, surgen preguntas sobre cómo se implementará y cuáles serían sus efectos.
El Gobierno argentino está evaluando la posibilidad de ampliar las opciones de pago para el transporte público, con el objetivo de ponerle fin al monopolio de la tarjeta SUBE, controlada por el Banco Nación. Esta iniciativa ha sido bien recibida por la población, pero ha generado diversas interrogantes sobre su implementación y sus posibles consecuencias.
La propuesta surge en un momento en el que los usuarios han experimentado dificultades para cargar saldo en la SUBE, así como problemas para registrarla. Esto ha llevado a considerar alternativas que permitan una mayor flexibilidad y comodidad para los pasajeros.
La medida se encuentra en discusión en varias áreas gubernamentales, como las secretarías de Comercio y de Transporte, así como el Banco Central. Su implementación requerirá tiempo debido a la inclusión de tecnología específica en los servicios de transporte público, incluyendo dispositivos en colectivos, estaciones de tren y subtes.
Beneficios:
Una de las principales ventajas de ampliar las opciones de pago en el transporte público es ofrecer más flexibilidad al usuario. Actualmente, la SUBE es el único medio de pago aceptado, lo que limita las opciones de los pasajeros. Con la posibilidad de utilizar tarjetas de débito, crédito o celulares, los usuarios podrán elegir el método que les resulte más conveniente.
Javier Bolzico, presidente de la Asociación de Bancos Argentinos (ADEBA), destaca que el sistema bancario ya cuenta con la tecnología necesaria para facilitar el pago del transporte con tarjetas contactless y NFC. Esto representaría un cambio significativo respecto a la situación actual, ofreciendo a los usuarios un sistema más sencillo y accesible para cargar saldo y adquirir la tarjeta.
Además, la competencia entre diferentes medios de pago podría reducir los costos para el gobierno y beneficiar al consumidor. Damián Di Pace, director de Focus Market, resalta que una mayor competencia redundará en beneficios tanto para el gobierno como para los usuarios, al reducir costos y desburocratizar el sistema.
Dudas y posibles desventajas:
Sin embargo, la propuesta también plantea diversas interrogantes y posibles desventajas. Una de las principales preocupaciones es el control de los subsidios y la forma en que se gestionarán con la dispersión de medios de pago. Mariano Biocca, director ejecutivo de la Cámara Argentina Fintech, sostiene que la tarjeta SUBE debería seguir funcionando con todos los beneficios que ofrece, especialmente en términos de tarifas sociales.
Otra preocupación recae en la privacidad de los datos de los usuarios. El cambio hacia múltiples plataformas de pago podría implicar una transferencia de información sensible a operadores privados, lo que podría vulnerar la privacidad de millones de usuarios.
Además, existen dudas sobre los costos de adquisición e instalación de nuevos equipos en colectivos y estaciones. La inversión necesaria podría ser significativa y no está claro quién la asumiría.
Desde el sector empresarial también surgen dudas sobre cómo funcionaría el sistema en lugares con poca señal y cuál sería el impacto en la recaudación para las empresas de transporte.