Integrantes del INTA en Santa Cruz investigan alimentación para gallinas ponedoras a partir de desechos de la fabricación de cerveza artesanal

Una de las estrategias que propone INTA para abordar y dar acompañamiento técnico a los productores son los Proyectos Locales, éstos abarcan una amplia variedad de áreas y se adaptan a las necesidades específicas de cada región, considerando las particularidades agroecológicas y socioeconómicas locales.

Extensionistas, investigadores y productores familiares avícolas en Río Turbio y Río Gallegos analizaron en forma conjunta los problemas que afectan a la producción. Entre ellos señalaron el alto impacto del gasto realizado para la compra de alimento balanceado para aves de postura y sus fluctuaciones de precio, como así también la escasa disponibilidad de alimentos para recría en las forrajeras locales. Para dar respuesta a esta problemática se formuló un Proyecto Local.Sin embargo, a partir de experiencias y trabajos previos se identificaron oportunidades importantes a considerar. En particular, en zonas con mayor precipitación y valles bajo riego de la provincia existe un potencial para producir fuentes que contribuyan al aporte energético (cereales de invierno) y proteico (arveja) en la dieta aves, cerdos y rumiantes. Resultado de ello, la posibilidad de reducir la dependencia de fuentes extraprovinciales, principalmente maíz y soja; promoviendo una estrategia más en la generación de empleo local como así también su vinculación con la ganadería de tipo extensiva.

A lo anterior, se suma el desaprovechamiento de un subproducto de la industria local: bagazo cervecero. Para ello se consideró el auge que tuvo en la última década la industria de la cervecería artesanal y la generación de desechos que podrían aprovecharse como subproductos. Por un lado, el bagazo representa una complejidad para este nicho por la imposibilidad de su reutilización y su generación es sostenida y constante a lo largo del año. Por otro lado, pero también y como oportunidad, representa un excelente y valioso ingrediente en alimentación de animales. Desde allí y con una mirada de integración entre las funciones de extensión e investigación de INTA surgieron una serie de ensayos para dar los primeros pasos en su uso.Tres son las experiencias realizadas en la ciudad de Río Gallegos, enfocadas principalmente en conocer y evaluar la respuesta, ante diferentes esquemas de alimentación con raciones locales, sobre el porcentaje de postura, consumo de la ración por parte de aves y la calidad de huevo.

Cada una de estas experiencias, exploró el agregado de bagazo cervecero, subproducto de la industria local, como ingrediente proteico en la ración. Pero también se analizaron distintas proporciones e incorporación de cebada y arveja, según el caso, como potencial recurso a producirse en zonas bajo riego de la provincia.

Al respecto, La Bióloga Carla Larrosa, de la Agencia de Extensión Rural Río Gallegos, manifestó que "se realizaron 3 pruebas de raciones de alimento balanceado, de las cuales 2 se desarrollaron en la EEA Santa Cruz y una en Chacra Don Pino, con gallinas ponedoras de raza negra INTA. Se formuló según la proporción de ingredientes basada en tablas FEDNA (Fundación Española para el Desarrollo de la Nutrición Animal), análisis de laboratorios de calidad de los insumos, se realizó molienda para igualar tamaño de partícula, mezclado y embolsado artesanalmente. El bagazo cervecero se utilizó seco para mejor manipulación.

La primera prueba consistió en una ración de reemplazo parcial del alimento balanceado (AB) por bagazo de cerveza, estaba compuesta por AB 60%, Bagazo de cerveza 19% Maíz 14% Conchilla 4,6 % Harina de hueso 1,8% Sal 0,3%, se desarrolló en la EEA Santa Cruz, con gallinas de 20 semanas de vida, el cual se dividió en 2, un grupo tratamiento y otro testigo.La segunda prueba se centró en aprovechar un subproducto valioso y también en el uso de forrajes y granos a nivel provincial, que se preparó con Cebada 36 %, Bagazo de cerveza 30%, Arveja 26 %, Conchilla 5 %, Harina de hueso 2,5 %, Sal 0,5 %.Y la tercera prueba buscó la integración de los trabajos técnicos y de los productores, con mayor escalabilidad, compuesta por AB 67.5%, Bagazo de cerveza 20%, Cebada 12,5%, Conchilla 3%, Harina de hueso 0,60% y Sal 0,14%Cada experiencia sigue con un diseño y protocolo de mediciones que se suelen utilizar al hacer experimentación con animales. De cada experiencia, la información y principales conclusiones generadas se presentaron en el Congreso Argentino de Producción Animal.

El porcentaje de postura es la principal variable en estudio y en relación con cada una de las experiencias, el Ing. Agr. Germán Seeber, del grupo de producción agropecuaria nos comentó: "El número de aves y el porcentaje de postura son quizá las variables más importantes para dar indicios del funcionamiento del sistema. Con estas experiencias buscamos que la curva de producción y las características del huevo sean lo más parecidas posible a las que consideramos óptimas en nuestra región según una dieta de alimento balanceado. El desafío allí y por donde decidimos indagar en distintas experiencias fue en buscar reemplazo local de algunos de los ingredientes normalmente utilizados como fuente de energía o proteica en la dieta, ya sea a partir del subproducto de alguna industria o bien con grano con potencialidad de producción en el territorio provincial".

Seeber detalló que los principales resultados de cada uno de los ensayos: "En cada una de las experiencias las variables de interés y donde concentramos las mediciones son las mismas. Algunas lo hacemos a diario como porcentaje de postura y otra cada 14 días como lo es peso vivo, peso de huevos, coloración de huevos. En general los resultados son muy buenos y alentadores, y en todos los casos hay líneas de acción para afinar el trabajo y mejorar la respuesta. Una postura que consideramos óptima para la zona ronda el 84-89%, y salvo en la experiencia de arveja que los valores para el lote testigo y tratamiento fueron menores, en el resto el comportamiento de las raciones fue muy bueno.Retomando la idea general, la propuesta es que la ración formulada se ajuste o esta lo más cerca posible de la óptima para la región. Lo que ganamos allí es la diferencia en el gasto relacionado al alimento a partir del reemplazo del alimento balanceado por algún subproducto y/o ingrediente local de menor valor.

Pero también es importante destacar la potencialidad de consolidar, a nivel provincial, la generación de una cadena que de agregado de valor a la producción de granos y/o cereales de invierno".Por último, a modo de cierre Carla Larrosa adelantó que se dará continuidad a esta línea de trabajo en el futuro cercano y en este sentido destacó que "existen otros subproductos donde podemos iniciar nuevas líneas de trabajo como es el glicerol que un desecho de una planta biodiesel o harinas de hueso y carne producidas por los frigoríficos locales, remolacha forrajera cultivada en los valles de Santa Cruz y subproductos de la industria pesquera. La intención es sumar acciones desde el Proyecto Local Bioeconomía circular: una alternativa sostenible para las producciones agropecuarias con manejo agroecológico en Patagonia Sur, donde se enmarca la actividad, como así también desde la PIT Santa Cruz Oeste".

El equipo técnico de INTA que trabajó para hacer posible esta experiencia estuvo conformado Héctor Haro, Jorge Santana, Manuel Gil, Guillermo Clifton y Mario Nuñez; con la participación de los productores locales Mónica Ruiz y Alberto Dierico de Chacra Don Pino.