Incertidumbre para el personal de limpieza de Macro: contradicciones entre el empresario y el gobierno

La situación laboral de 350 empleados, 77 de ellos en El Calafate, que prestan servicios de limpieza para la empresa Macro, se encuentra en una encrucijada de incertidumbre. Guillermo Polke, propietario de la compañía, sorprendió a las trabajadoras con una serie de audios donde les indica que no asistan a sus lugares de trabajo a partir del 1° de febrero.

La notificación, sin firma y con el logo de la empresa, alega que la decisión proviene del Gobierno y que, según el Consejo de Educación, se termina la relación contractual para prestar servicios de limpieza en escuelas. Este giro en la situación desconcertó a las empleadas, quienes esperaban no solo la continuidad laboral sino también un aumento salarial, ya que se les había prometido estar encuadradas bajo el convenio del sindicato de empleados de comercio.

A través de audios enviados por Polke, las trabajadoras expresan su temor de que, al no asistir hoy a trabajar como les solicitó el empresario, esto sea utilizado como motivo de despido por "abandono de trabajo". La falta de una notificación formal y legal sobre el despido agrava la incertidumbre.

"Estoy impedido de enviar los telegramas porque estamos bajo conciliación obligatoria", argumenta Polke en uno de los audios. Además, denuncia que, durante la conciliación, las autoridades de Educación y Trabajo no se presentaron para aclarar tanto la situación laboral como la deuda que la empresa mantiene con ellos.

La irregularidad de la situación llevó a varias empleadas a firmar un Acta de Denuncia, exigiendo el encuadre laboral y el pago de las diferencias salariales. La empresa, hasta ahora, pagaba sueldos significativamente más bajos que los acordados con gremios, como el de Comercio.

En respuesta a la situación, la delegación de Trabajo en El Calafate citó a los empleados de Macro para que se presenten con copia de los últimos 6 recibos de sueldo y fotocopia del DNI. En Río Gallegos, donde se encuentra la mayoría de los empleados, las trabajadoras irán a la Casa de Gobierno para exigir intervención en la problemática. En El Calafate también se baraja la posibilidad de realizar un reclamo similar.