Desde que año tramita un espacio la Biblioteca Popular y autogestiva que el IDUV quiere desalojar y que podría desaparecer

Como publicó Nuevo Día, la Biblioteca Popular Mujer Pionera, un emblema cultural de El Chaltén con más de tres décadas de historia, enfrenta una orden de desalojo tras recibir una intimación del Instituto de Desarrollo Urbano y Vivienda (IDUV). La notificación, entregada el lunes, le otorga un plazo de 15 días para desalojar el inmueble que ocupa desde 2009 bajo un comodato firmado con la entonces Comisión de Fomento.

"Fue un impacto enorme. No hubo ninguna instancia previa de diálogo ni negociación para buscar alternativas. La nota simplemente nos exige desalojar y entregar las llaves", explicó Alejandra Quiroz, integrante de la comisión directiva de la biblioteca.

En diálogo con Radio Nuevo Día, sostuvo que esta medida pone en riesgo no solo el funcionamiento del espacio, sino también el desmantelamiento de una organización clave para la vida sociocultural de El Chaltén.

La Biblioteca Mujer Pionera fue fundada simbólicamente en 1988, apenas tres años después de la creación del pueblo. Desde entonces, ha sido un espacio central para actividades culturales, sociales y educativas. "Es la única biblioteca popular independiente de Santa Cruz. No es municipal ni provincial, es autogestiva e independiente. Paga todos los servicios y es mantenida por vecinos voluntarios", señaló Quiroz.

El espacio alberga talleres, actividades teatrales, encuentros comunitarios y ferias del libro temáticas, entre otras iniciativas. Además, colectivos como una agrupación transfeminista realizan allí acompañamientos en casos de vulneración de derechos. "Todo esto desaparecería si nos obligan a desalojar. No hay otro espacio habilitado en el pueblo que pueda recibir estas actividades", enfatizó.

El impacto en la comunidad

La noticia del desalojo provocó una ola de solidaridad en la villa turística. Vecinos y vecinas organizarán este domingo un festival solidario que comenzará con una asamblea abierta para definir acciones en defensa de la biblioteca. "La movilización ha sido esperanzadora. La biblioteca es parte de la historia del pueblo y de su construcción comunitaria", afirmó Quiroz.

Entre las actividades previstas para el festival habrá un micrófono abierto, música y teatro, con la participación activa de la comunidad. Al mismo tiempo, la comisión directiva trabaja en una respuesta formal a la intimación del IDUV y busca una reunión directa con las autoridades del organismo. "Es posible que el presidente del IDUV no conozca la historia de la biblioteca ni su impacto en la comunidad. Queremos explicarlo y encontrar una solución", comentó.

La crisis habitacional y el desalojo

Si bien el comodato firmado en 2009 no tiene fecha de caducidad, el IDUV argumenta que el inmueble debe ser devuelto, aunque no ha especificado su destino. Según Quiroz, la crisis habitacional de El Chaltén está en el centro del conflicto: "Entendemos la emergencia habitacional del pueblo, pero desalojar a la biblioteca no resolverá esta crisis. Solo desmantelará una organización clave".

El Chaltén enfrenta una grave falta de viviendas debido a la presión del turismo y la escasez de tierras. Quiroz recordó que desde 2007 la biblioteca tramita un expediente para acceder a tierras, pero la situación nunca se resolvió. "Sabemos que hay familias viviendo en casillas rodantes y situaciones precarias. Siempre hemos apoyado esos reclamos, pero desalojar la biblioteca no es la solución", afirmó.

Y agregó: "No estamos para nada ajenas a esta necesidad de vivienda, lo que sí decimos también y pensamos con gran parte de la comunidad es que esta casa puntualmente aunque la dejáramos, la desalojáramos en 15 días no resolvería la crisis habitacional de El Chaltén y sí nos pondría en una situación de desmantelamiento total de la organización, de desaparecer, te diría de desarticulación y de una forma de desaparecer a la organización Biblioteca Popular"

Apoyo e historia

La relevancia de la Biblioteca Mujer Pionera trasciende El Chaltén. Quiroz recordó que su creación en 1988 fue un acto simbólico de soberanía. "Cuando se fundó el pueblo, en la Federación de Bibliotecas Populares decidieron que debía tener una biblioteca. Juntaron libros y los trajeron en un unimog. Desde entonces, este espacio ha sobrevivido gracias al esfuerzo comunitario", relató emocionada.

El Consejo Deliberante de El Chaltén declaró recientemente a la biblioteca de interés cultural, social y educativo. Sin embargo, hasta ahora no ha habido avances concretos para proteger su continuidad. "Desalojar a una organización con más de 30 años de historia sería un acto de violencia institucional", concluyó Quiroz.